fallos más comunes al hacer pilates

Fallos más comunes al hacer pilates

El pilates es una actividad que se adapta a un público muy diferente. Puede hacerse para mantenerse en forma o para recuperar de alguna patología que puedas estar sufriendo en el cuerpo. Además, sus beneficios son muchos. Ya te hemos adelantado que uno de ellos es hacer que el organismo se encuentre en perfectas condiciones, pero tampoco debemos olvidarnos de lo que supone para la mente. Si estás pasando una mala temporada, hacer Pilates se convertirá en una solución realmente efectiva. Te valdrá para despejarte y sentirte otra vez con mucho optimismo. Sin embargo, para obtener los resultados esperados, tiene que hacerse bien. Es por eso que queremos hablarte de los fallos más comunes al hacer pilates. ¡No los cometas!

Quédate con los fallos más comunes al hacer pilates 

  1. Mala respiración: Toda práctica deportiva necesita que se respire de forma adecuada. Es la única manera de tener la certeza de que lo que estás haciendo va a resultar eficaz. Además, una respiración coordinada siempre ayuda a encontrarse mejor y a no tener esa sensación de ahogo tan incómoda. ¿Cómo hay que respirar? Para empezar, debes hacerlo a través del diafragma. Eso quiere decir que no tienes que respirar de forma superficial, sino profunda. Por otro lado, recuerda que dentro de la respiración que debes llevar a cabo, tienes que contenerla y expulsarla cuando toca. Todo tiene que realizarse de manera acompasada. 
  2. Mala postura: Seguimos con fallos más comunes al hacer pilates y encontramos uno que puede dar al traste con todo lo que estás haciendo en esta disciplina. Cuando se llevan a cabo todos los ejercicios, si la postura no está alineada, es más que probable que comience a sufrir en exceso la columna vertebral. Eso va a significar que la espalda sufre daños y será algo contraproducente para ti. Por eso, lo mejor es hacer este ejercicio juntos a grandes profesionales especializados. Ellos serán los que tengan los fundamentos adecuados para poder corregir sobre la marcha y que los errores no vayan a más. Es importante tener a alguien cerca que pueda decirte lo que estás haciendo mal. ¡Así podrás mejorar! 
  3. Movimientos bruscos: Tenemos claro que todo lo que se hace en pilates tiene que ser de forma controlada y con suavidad. Eso no quiere decir que no sea intenso, sino que es la forma en la que tiene que hacerse. Ahora te puedes ejercitar conforme a lo que exige esta disciplina, la cual cuenta con muchos beneficios. Lo primero que tienes que hacer es tener claro en tu mente que debes moverte con soltura, pero con responsabilidad, teniendo en cuenta las instrucciones de quien esté impartiendo la sesión. La brusquedad solo te traerá perjuicios y hará que puedas encontrarte mal. Hacer las cosas con más fuerza no va a tener como consecuencia que te encuentres mejor. 
  4. Superar los límites: Una de las cosas más bonitas que tiene el cuerpo humano es que siempre está hablando. No le hace falta decir ninguna palabra para hacer ver que se encuentre bien o que está llegando al máximo de sus límites. Por eso, hay que saber escucharlo. Este en un error que se da en pilates y en otras disciplinas. Si crees que ya no puedes más, es el momento de parar. No tiene ningún tipo de sentido continuar con algo que está sentando mal a tu organismo. Lo mejor para esto es seguir el ritmo de quien imparte la clase. Te lo decimos porque sabrá adaptar la sesión para todo su alumnado. No intentes hacer cosas por tu cuenta. Es algo que va a salir mal.

Estos son algunos de los fallos más comunes al hacer pilates, aunque también hay que tener en cuenta otros que no tienen que ver directamente con la persona, sino con el equipamiento. Hay elementos que sirven de apoyo en esta disciplina y no todo el mundo sabe utilizarlos de un modo óptimo. 

¡Cuídate, haciendo bien el pilates!